viernes, abril 24, 2009

Es o no es?


por Carla Arzubi

Si ganamos, “Es robo de boletas”
Si perdemos, “Es la soberbia”
Si crecemos a tasas chinas, “Es viento de cola”
Si las Madres son del palo “Es cooptación”
Si se enjuicia a los asesinos y torturadores de la dictadura, “Es revanchismo”
Si los lugares de veraneo reventaban en Semana Santa, “Es el clima que acompaña”
Si no paran de construir edificios, “Es por falta de alternativas de inversión”
Si se paran, “Es por falta de un plan anticíclico”
Si se estatizan las AFJP, “Es la caja”
Si se sinceran las candidaturas que nunca nadie completa, “Es trampa”
Si Artear tiene interferencias en el satélite, “Es Neshtor con la budinera”
Si no se produce el tan anunciado “Colapso Energético”, “Es el clima benigno”
Si el mentado “Aislamiento Internacional” se traduce en 4 cumbres en un mes, “Es Obama que no le da la mano”
Si se jubila a un millón ochocientos mil viejitos, “Es clientelismo”
Si Neshtor no se abrocha el saco, “Es impresentable”
Si Cris se viste a la moda, “Es la Vuitton”
Si coparticipamos las retenciones “Es fungible” (aka “Es la caja”)
Si no se mandan proyectos de ley al Congreso, “Es la diKtadura”
Si se mandan, “Es la escribanía”
Si se hace obra pública, “Es coima”
Si no se hace, “Es robo”
Si no pagamos la deuda, “Es la vergüenza internacional”
Si la pagamos, “Es descapitalizarse”
Si se reconocen los logros del gobierno “Es un ciber-ñoqui”
Si el gobierno critica a la oposición mediática “Es censura”
Si mi hijo acaba de comenzar a trabajar (hoy, y en blanco), “Es de culo”
Pero si se debate en todo el país el proyecto de la Ley de Medios… “No es momento”

lunes, abril 20, 2009

La fábrica de la inseguridad

"La derecha considera la desigualdad social tan natural como la diferencia entre el día y la noche. La izquierda la enfrenta como una aberración que debe ser erradicada.
Convivir con los pobres no es fácil. Primero existe la tendencia a idealizarlos. Después se descubre que en ellos existen los mismos vicios encontrados en las otras clases sociales. Ellos no son mejores ni peores que los demás seres humanos. La diferencia es que son pobres, o sea personas privadas injusta e involuntariamente de los bienes esenciales de una vida digna. Por eso estamos al lado de ellos. Por una cuestión de justicia."
Frei Betto



Fuente: El Ortiba (www.elortiba.org)

Servicio Catastrófico Nacional

domingo, abril 12, 2009

“Jesús murió para darle vida al pueblo, igual que el Che"

Reportaje a Rubén Dri. Por Hernán Giardini para Nac&Pop.

¿Cómo surgió la Teología de la Liberación?

Hoy se vincula fácilmente a la Teología de la Liberación con los curas tercermundistas, pero lo que hay que tener en cuenta es que cuando comenzamos nosotros con los curas tercermundistas o Sacerdotes para el Tercer Mundo en realidad no existía la Teología de la Liberación.
Es decir, no habíamos elaborado una teología que correspondiese a la práctica de liberación. Ello no quiere decir que en el cristianismo no existía. Sí existía, lo que pasa es que estaba muy soterrada.
Tuvimos que redescubrir las raíces de liberación del cristianismo. La Teología de la Liberación surge a partir de nuestras prácticas, que son prácticas de liberación, y vamos redescubriendo las prácticas de liberación de Jesús, las prácticas de liberación de los grandes profetas hebreos, de las comunidades cristianas primitivas, del movimiento cristiano primitivo… y a partir de ahí se va reelaborando naturalmente una Teología de la Liberación.
Porque la teología no es otra cosa más que la reflexión de fe que se hace a partir de la propia práctica. Ahora, cuando nosotros comenzamos a tener una práctica popular, una práctica junto a los sectores populares, junto a los pobres, en contra de la dominación, vamos entrando en contradicción con la teología que habíamos recibido.
Y a partir de ahí se comienza con la reelaboración de la propia teología, es decir, repensar nuevamente nuestro cristianismo, repensar nuevamente nuestra fe, que va a dar como resultado lo que se denominó Teología de la Liberación. Entonces, no es esto un descubrimiento que hacen algunas mentes lúcidas, no surge en las academias, no surge en la institución de la Iglesia como tal, sino que surge a partir de las prácticas de liberación de sacerdotes, de cristianos, de monjas, de religiosos, que en la medida que van asumiendo el proceso de liberación popular van repensando su propia fe.

¿Usted plantea que a partir de la Teoría de la Liberación redescubrieron en el cristianismo su faceta liberadora, ¿eso significa que ya existía pero que estaba oculta?

Sí, ya que es una nueva relectura del cristianismo, de la propia historia. Y con eso vamos a la vez redescubriendo que en realidad esta práctica de liberación existió siempre, solo que fue muy perseguida, pero siempre estuvo y afloró.
Muchas prácticas que se denominaron como herejías, de hecho eran prácticas de liberación, eran elaboraciones teológicas que las prácticas de dominación en las que estaba muy comprometida la institución católica finalmente terminaron persiguiéndolas.

Esto puede verse claramente en la obra de Fray Bartolomé de las Casas…

Sí, porque en el momento de la Conquista de América podemos distinguir tres líneas religiosas: una era la que estaba totalmente alineada con la conquista, que es la que tenía el poder, donde la institución Iglesia estaba totalmente alineada con la conquista, con el genocidio, igual que pasó aquí con la última dictadura militar.
Pero como aquí, en aquella época también hubieron divergencias: hubo una corriente intermedia que trataba de suavizar el trato con los indígenas, pero que no se comprometía con una denuncia formal, concreta, de todas las atrocidades a las que cometían, la invasión española.
Y después estaba la corriente radical, que es la que nosotros consideramos también en la línea de la Teología de la Liberación, con todos los condicionantes y contradicciones de la época, pero que se comprometieron en serio contra las atrocidades propias de la Conquista, donde la figura más destacada fue Fray Bartolomé de las Casas, quien fue perseguido y tuvo que escapar de Chiapas porque querían asesinarlo.
Luego se va a la Corte de España, porque aparte de ser un defensor de los indígenas tenía visión política y se daba cuenta que no podía defender a los indígenas estando solamente en América, y se va a pelear al centro del poder, donde va a tener una disputa con la extrema derecha católica, representada por Sepúlveda, que consideraba que los indígenas no eran seres humanos y que estaban para ser dominados.

¿Cómo se fueron desarrollando luego estas diferentes posturas dentro del catolicismo en la historia de América Latina?

Cuando aquí se produce el proceso independentista aparece con mucha claridad una institución que está muy pegada a la monarquía y por ende al Vaticano, y por otro lado un clero criollo que está por la independencia. En la época de los unitarios y federales aparece por una parte una institución jerárquica con quienes manejaban el poder, que incluso apoyó el genocidio de la Guerra contra el Paraguay, y estaban los curas del interior que estaban con los caudillos, que incluso se opusieron a la Guerra y fueron perseguidos. Como vemos, estas líneas estuvieron siempre presentes. Con sus contradicciones, siempre en el seno del cristianismo y de la Iglesia una Teología de la Dominación, de parte de una institución de poder, y una de Teología de la Liberación que acompañaban prácticas de liberación, de curas, de laicos y religiosos.

Uno de ellos fue Camilo Torres ¿no?

Lamentablemente su figura no aparece en la gran prensa, en los medios de comunicación, pero el mensaje de Camilo Torres está presente y hoy sigue concitando la inspiración de cristianos para tener un compromiso acorde con el mensaje cristiano, que es un mensaje de liberación. Camilo señalaba muy profundamente que la única manera de hacer efectivo el amor es en una práctica de liberación, en una revolución. Lo que hay que ver es el contexto para interpretar cómo se hace una revolución, pero es así. No debe ser un amor platónico.
Cuando se ama, se ama a la persona, y amar al pueblo es comprometerse en serio. En ese sentido, el compromiso de Jesús fue revolucionario y lo llevó a la construcción de un movimiento, que yo lo llamo en mi libro “El Movimiento Antimperial de Jesús”, porque él va construyendo un movimiento de liberación del pecado mayor, que era el Imperio Romano.
Y Camilo Torres lo veía en esa opresión imperial contra América Latina y contra su Colombia. Por eso asume la lucha contra esta opresión, tomando las armas, que era lo que dictaba ese momento. Lo que no quiere decir que hoy imitar a Camilo Torres signifique tomar las armas, hay que ver el contexto histórico que nos toca; pero sí significa asumir el compromiso de liberación en serio contra la opresión.

Como lo hizo Romero en El Salvador…

Sí, monseñor Romero tuvo una formación tradicional, de derecha, de la Iglesia, por eso había sido nombrado arzobispo de El Salvador, de la capital, y era un obispo de absoluta confianza de la Iglesia.
Pero al constatar la miseria y la lucha del pueblo salvadoreño, y el compromiso de algunos sacerdotes, sobre todo uno que fue asesinado por sumarse a la lucha de los campesinos… ahí Romero estuvo como dos horas frente al féretro y a partir de ahí se da cuenta de lo que está pasando en su país, y que si él quería ser fiel a Cristo tenía que sumarse al pueblo, y se produce en él un cambio muy profundo, y toma un compromiso muy fuerte con su pueblo.
Y uno piensa: si algo de eso hubiesen hecho nuestros obispos en 1976 otra hubiese sido la historia... Romero les dice a los soldados que de ninguna manera deben obedecer órdenes inmorales, y les ordena que paren la represión, y con eso se decretó su muerte. Y por eso el pueblo lo transformó en santo.

Como el padre Mujica en nuestro país…

Su práctica era muy coherente con su teología. Y la de él también es una conversión, porque venía de una familia de la oligarquía. Pero Dios está en el pueblo, en el pobre. Y el encuentro con el pueblo, con el pobre, a las personas muy honestas las convierte, y luego las compromete.

Otro de los que practicaban la Teoría de la Liberación fue Miguel Ramondetti…


Miguel fue un entrañable amigo mío. Con él, aparte de compartir ideológicamente, teológicamente, la lucha y las concepciones, he tenido una amistad muy profunda. Camilo Torres ha señalado, muy claramente, que se nos ha transmitido una Teología de la Muerte, que Jesús buscaba la muerte. Pero Jesús no quería la muerte, de ninguna manera, él muere precisamente porque quería la vida, pero la vida para el pueblo, lo mismo que el Che Guevara y que Camilo Torres, en la medida en que mueren por dar vida, y no por buscar la muerte.
Cuando uno está empeñado en la lucha, nunca tiene asegurada la victoria, tiene su riesgo, incluso la muerte.
Ahora bien, su muerte… ¿es una derrota?
Hay que ver qué significa entonces la derrota porque decir que el Che o Jesús fueron derrotados…
Yo quiero decir: ¿Quién triunfó? ¿Pilatos?
¿A quién entusiasma hoy Pilatos?
¿Quién encuentra su sentido en la vida con el nombre de Pilatos?
En cambio, cuántos lo encuentran con el nombre de Jesús, o del Che Guevara.
Entonces, sus muertes en un sentido son una derrota, pero en otro aspecto expresan victorias muy profundas, porque tienen sentidos muy profundos que siguen entusiasmando; siguen dándole sentido a multitud de seres que lo encuentran en la práctica de estos personajes.

En ese sentido no sería criticable el hecho de que el pueblo tome las armas para liberarse…


Después de la dictadura genocida se ha comenzado a bajarnos un mensaje de que nunca más las armas, nunca más la violencia, cuando este continente sufre la violencia hace más de quinientos años, ¿no es cierto?
Es como si nosotros pudiésemos dictarle a los pueblos la manera de defenderse.
La manera en que se van a defender los pueblos, éstos deben descubrirla en su propio contexto. Si en un momento determinado es la lucha armada, será la lucha armada, pero eso hay que verlo en el contexto, en la situación histórica. Nosotros no le podemos dictar a los pueblos cómo se van a defender. Este no es un momento de lucha por las armas, es otro momento histórico para el pueblo argentino.
Pero yo no sé como va a ser dentro de veinte años, cómo se va a tener que defender el pueblo argentino, pero sin dudas que se va a tener que defender de una u otra manera. Por eso yo no puedo dictarle “nunca más las armas”, cuando de hecho lo están masacrando desde arriba.

¿Cómo y dónde se está aplicando la Teología de la Liberación hoy?

Como movimiento termina en el año 74, aunque nunca fue propiamente una institución.
Pero la práctica o Teología de la Liberación continuó, aunque naturalmente tomó otros carriles.
Recordemos que la dictadura hizo una gran persecución, hay una gran cantidad de curas asesinados, desaparecidos, torturados, exiliados.
Pero ha quedado sobre todo en movimientos de base, en comunidades donde se ha continuado. Ahora en Santiago del Estero se va a hacer un encuentro, que se hace todos los años, de comunidades de todo el país sobre Teología Popular.
Hay un grupo de curas que se hacen llamar Sacerdotes de los Pobres que son una continuación de los Sacerdotes para el Tercer Mundo.
También se da mucho con las comunidades campesinas, en el MOCASE, en el Chaco con los indígenas, en Corrientes con los pequeños productores.
Es decir, la Teología de la Liberación no ha muerto, en la medida en que no han muerto las prácticas de liberación; sólo van tomando otras formas, se van realizando de otras maneras, y no necesariamente en las parroquias.

*Rubén Dri es Filósofo, Teólogo y Docente de Filosofía y Ciencias de la Educación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA). Participa activamente en la Asamblea de Juan. B. Justo y Corrientes. Es autor, entre otros libros, de "Proceso a la Iglesia Argentina: las relaciones de la jerarquía eclesiástica y los gobiernos de Alfonsín y Menem".

N&P: El Correo-e de Rubén Dri es rubendri@yahoo.com.ar

martes, abril 07, 2009

La rebelión imposible.


por Carola Chavez (Venezuela)

La oposición venezolana vive en un país paralelo donde la visión está limitada por un velo de miedo, donde el razonamiento es un producto importado, enlatado, saborizado con odio, y predigerido por canales de tele y voceros con poca moral y grandes prontuarios, un país que vive al borde de una ansiada catástrofe que nunca llega.

Mientras esperan el Apocalipsis que los elude combaten al gobierno, aún cuando salen de vacaciones. Sorbiendo piñas coladas en Punta Cana, teclean desde sus blackberries llamados a la rebelión: "Pueblo cobarde y genuflexo: ¿hasta cuando van estar postrados a los pies del tirano? A la calle ya. Sangre, fuego y más sangre para recuperar la patria. Militares arrastrados atiendan el llamado del deber. Muerte a los chavistas y a toda su descendencia. Cacerolas a la ocho, cornetazo a las diez, buffet de frutos del mar a la once, pero solo para huéspedes y ustedes no están aquí."

Hoy, cuando mi presi cuenta con el 71% de apoyo popular, ellos no se preguntan por qué, sino cómo sacarlo a toda costa. Descartan la validez de estas cifras calificándonos de ignorantes cuando son ellos quienes ignoran todo lo que hemos logrando.

Bozal de arepas le llaman al hecho de que la gente pueda comer tres comidas al día. Inexistente le dicen al sistema de salud que ha logrado reducir a la mitad la tasa de mortalidad infantil, califican de curanderos a los médicos que deciden atender sus comunidades en lugar de convertirse en mercaderes de la salud en clínicas privadas cinco estrellas, o, debería decir siete… Adoctrinados llaman a los niños que hoy tienen acceso a la educación, con comidas incluidas, en las escuelas bolivarianas. Vende patrias llaman a nuestros deportistas que triunfan y "bien hecho por chavistas" a los que no traen medallas. Focas tarifadas a quienes trabajamos por la revolución.

Es tanta su arrogancia que pretenden dirigir a control remoto una rebelión suicida en la que el pueblo, seducido a punta de insultos, se sacaría la comida de la boca, la esperanza del alma y caminaría voluntariamente al paredón solo para satisfacerlos en su egoísmo.

Nos siguen creyendo idiotas porque, como idiotas, se creen sus propias mentiras.

¿Cuándo despertará el pueblo? Se preguntan desesperados. Despierten ustedes, mis amigos opositores, porque el pueblo hace años que despertó.

En lugar de buscar rebeliones imposibles, háganle un favor a la patria y empiecen a pensar en hacer una oposición seria. A menos que prefieran, como las moscas, seguir golpeándose la cabeza contra los cristales que los separan de la Venezuela de verdad.

lunes, abril 06, 2009

La muerte y los medios

Por Eduardo Rosa

Esta vez, la inflación benefició a Raúl Alfonsín (o “ la Muerte te sienta bien”)

En Buenos Aires Viceversa, una película dirigida por Alejandro Agresti, Mirta Busnelli encarna el personaje de una mujer separada de su pareja, ( Lorenzo Quinteros ) quien trabaja de presentador del noticiero televisivo del mediodía. Durante el relato de la historia, ella, quien no se resigna haberlo perdido, almuerza cotidianamente frente al televisor, para poder estar con su ex, aunque más no sea en forma virtual. En esas escenas conversa, le da de comer, lo cela con la presentadora del pronostico, pero siempre le cree, a rajatabla, todo lo que él dice en pantalla. Mientras, su vida no avanza por otros senderos, ya que se encuentra virtualmente coptada por esa idealización de pareja con su electrodoméstico. Incluso, llega a desesperarse el día que su aparato falla, y llama a un técnico con la angustia de quien espera la ambulancia.

El día que logra liberarse del maleficio es aquel en que su pareja virtual relata un episodio del que ella fue testigo presencial, y nota que lo que se dice en la tele dista mucho de ser lo que en realidad pasó.

Hoy me pasa algo parecido.

Lamenté profundamente la muerte de Raúl Alfonsín. No soy radical, ni nunca lo voté. Posiblemente no lo hubiese hecho. Pero siempre tuve muchísimo respeto por aquella persona que supo interpretar las necesidades de un pueblo que salía de la oscuridad del proceso, y que lamentablemente los dirigentes del peronismo no lograron ver.

Alfonsín fue el primer gobierno democrático completo que me tocó vivir. Y que creo lo hizo con muchísima humildad e hidalguía.

Alfonsín tenía valores que hoy son poco frecuentes, que escasean.

Alfonsín fue uno de los últimos políticos con jerarquía que practicaba la militancia permanentemente. Y era un enamorado de sus ideales y defensor de las instituciones y del sistema de partidos. También debe haber tenido su encanto seductor, ya que conozco muchas mujeres que le rinden admiración continua.

Y tuvo, como han tenido todos, aciertos y errores.

Hasta ahí. Se fue un ex presidente. Se fué un gran dirigente de un gran partido.

Luego viene la inflación. Luego vienen los medios.

Luego vienen los intereses, los mensajes cruzados, las ventajas, los discursos velados.

No sé que hubiese pasado si la muerte de Alfonsín se producía en 2004, con el kirchnerismo en su apogeo, el país rebotando de la crisis y todos sus índices para arriba, el radicalismo avergonzado escondiéndose en los rincones, la alianza en decadencia y en retirada, intentando reubicarse como pueda.

Los mensajes, la concurrencia, las lágrimas... hubiesen sido las mismas?

El llanto de ayer era todo por la muerte de Don Raúl o alguno estaba dirigido hacia Doña Cristina?

La verdad es que sentí que las cámaras enfocaban exageradamente a las lágrimas...y eso, en tele, es como poner el titulo en letra mas grande que la habitual...

Sentí que se armó un show que era maldito, pues si bien nos parecía exagerado, no podíamos dejar de estar, so pena de ser culpados o excomulgados mediáticamente.

Aún en estas líneas me veo obligado a aclarar que la muerte de Alfonsín me dio tristeza, no vaya a ser cosa....

Luego vienen los títulos, los honores.

Llega el “padre de la democracia”, título que le adjudica todos los meritos de la lucha de un pueblo contra la dictadura.

Eclipsa este título la resistencia peronista, la lucha de las madres y abuelas, mayoritariamente con hijos peronistas, el trabajo de la multipartidaria, la inmolación de los caídos en Malvinas y tantas otras cosas que contribuyeron con la restitución de la democracia.

Lo cierto es que me entero que teníamos un padre, por lo que no debemos ser muy buenos hijos, ya que hasta la semana pasada no le hacíamos ni un llamado para las fiestas...

Como Mirta Busnelli, vemos como los medios cuentan la historia que sabemos, pero a medias, inventando partes, deformando la realidad.

Como Lorenzo Quinteros, los medios, seguramente alimentados por algunos actores secundarios de esta película, nos inventan un héroe en un ratito, pues ya que no somos capaces de hacer nuestra realidad, nos inventamos nuestra fantasía.

Vengo de una familia donde la revisión de la historia era parte de nuestra idiosincrasia.

Si somos testigos de la inflación de un buen hombre para transformarlo en casi prócer, déjenme dudar entonces de todos aquellos hombres de nuestra patria que conocimos a través de las figuritas del Billiken.

El día que como sociedad nos demos cuenta que los medios no son la voz de la verdad, seguramente como Mirta Busnelli podremos rehacer nuestro país.

Fuente: El Ortiba (www.elortiba.org)

jueves, abril 02, 2009

Cerebros en crisis

La crisis no sólo afecta el bolsillo. También obnubila el cerebro.
El otro día, conversando con un conocido que tiene una empresa pequeña, de unos 30 empleados, hablábamos del tema universal en estos días: la crisis y cómo nos afectará a los argentinos.



Yo le comentaba que en Trelew -la ciudad donde ambos vivimos- no me parecía que la tal crisis hubiera perturbado demasiado, al menos todavía.
Mi “sensación”, palabra que ha sido tan abusada que está a punto de convertirse en sinónimo de eufemismo, es –le decía- que lo que existe aquí es una especie de “psicosis de la crisis”, que si bien asusta y mucho a los empresarios, no tiene su reflejo en una realidad concreta que sea demasiado distinta de otras épocas en las que hubo que apretarse un poco el cinturón.

Vamos, que no es que haya desaparecido el dinero, sino que se encuentra bien guardado en múltiples bolsillos, cajas de seguridad y/o de zapatos, de los que él posee varios pares. Y que hasta ahora los que más se quejan lo hacen de llenos y en todo caso porque han postergado la compra del 0 Km., porque los que no están (y nunca estuvieron) llenos no se quejan sino que siguen –como siempre- buscándose la diaria como mejor pueden y a la crisis no le dan ni pelota, tal vez por falta de tiempo.

No diría que estuvo de acuerdo, pero tuvo la gentileza de reconocerme que hasta cierto punto eso era bastante cierto, pero que él creía que existía la posibilidad de que se pusiera peor.
Y agregó: “De todas formas, siempre los perjudicados vamos a ser los empresarios chicos, así que yo ya tengo pensado que si bajan las ganancias por debajo de un cierto límite, tengo que despedir alguna gente. Y si no, cierro y listo”.
“¡A la mierda! -le contesté- ¿No la vas a pelear? ¿Vas a rajar a tu gente así nomás? Algunos eran empleados de tu viejo”.
“Si, bueno –me dijo- no te creas que no me importa, pero yo no voy a perder guita. Yo esta crisis no la causé, y no voy a quedar en la lona si la empresa empieza a andar mal”.

Tengamos en claro que este pequeño empresario viene de seis años florecientes, durante los que logró forrarse concienzudamente*.
Por supuesto, se lo dije. Pero no pareció entrar en su pensamiento. Asombrado, me respondió: “¿Y eso qué tiene que ver? Esa plata es mía, no la voy a poner en la empresa para perderla”.

Y aquí viene el asunto central, porque descubrí que uno –cualquier “uno”- puede ser un brillante empresario, pero eso no implica que pueda razonar coherentemente. Le expliqué que las recesiones se superan con consumo. Que pensara que, si él razonaba así y despedía personal, posiblemente colaboraría en convertir su preocupación en una “profecía autocumplida”, ya que el mercado en este desangelado mundo capitalista es una cadena de venta y compra interligada que, si se rompe, también explota.
No me entendió, así que la hice más simple: “Mirá, vos despedís a 10, eso no parece mucho y tus ventas no bajan. Pero después una empresa de 2.000 despide a 500, y tus ventas (Trelew tiene 100.000 habitantes) empiezan a bajar. Entonces vos despedís otros 10, y otra compañía raja a 300, y otra a 200 y vos terminás cerrando tu boliche. ¿Entendés?”

Por supuesto, ahí si comprendió rápidamente. Satisfecho, supuse que había contribuido a preservar la fuente de laburo de 30 tipos, y que además –mucho más importante- había aportado mi gotita de agua en la copa semi vacía de la resistencia contra la depresión económica.
Cuando nos despedimos, le pregunté finalmente qué planeaba para sostener su pujante empresita.
“Ya te dije –me contestó- si la cosa se pone jodida, primero rajo a algunos -pagándoles todo, eso si-, y si se pone peor, cierro. No voy a arriesgar mi propia guita. Que esto lo arregle otro, no es mi culpa”.
Margaritas a los chanchos.
Usted me dirá: “¡Qué tipo hijo de puta!”. Y sin embargo, es un chabón muy querido en la ciudad, porque siempre se comportó como “buena gente”.

La crisis no es solamente económica. Los cerebros también se arrugan como pasas por falta de irrigación.
¿Sabe lo que más me molesta? Que posiblemente en unos meses, cuando nos veamos de nuevo, el tipo me diga: “Cerré la empresa justo antes de perder plata. ¿Viste que yo tenía razón?”

Enrique Gil Ibarra




*Cualquier similitud con nuestros compatriotas “del campo” es pura coincidencia, lo juro.