domingo, septiembre 26, 2010

Angelita



Cuando soy chica siempre sueño que estoy descalza en el colegio. Me siento desnuda y tengo que ocultarlo. Me aterra que la maestra me llame al frente y que todos puedan verlo. Es difícil correr con los pies desnudos. Tengo que volver a casa. Bajo del colectivo, llego a la esquina, doblo por el pasaje: la casa de las rejas, la del perrito salchicha, la de mármol negro, la casa de mi amiga Nato y algo raro, después sigue la casa de doña María, la de la maestra que le da clases particulares a Lorena Paola y más allá en la otra esquina, la casa de mi amigo Hernán. Todas las casas de la cuadra están.
Menos la del medio.
La mía.


Texto e imagen reproducidas con autorización de Angela Urondo http://infanciaydictadura.blogspot.com

jueves, septiembre 16, 2010

Los lápices siguen escribiendo

El 16 de septiembre de 1976 diez estudiantes secundarios de la Escuela Normal Número 3 de la Plata son secuestrados tras participar en una campaña por el boleto estudiantil. Tenían entre 14 y 17 años. El operativo fue realizado por el Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejercito y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps, que calificó al suceso como lucha contra "el accionar subversivo en las escuelas". Este hecho es recordado como "La noche de los lápices".

LOS ESTUDIANTES SECUNDARIOS Y LA POLITICA ENTRE 1973-1976

El arribo de la democracia en el mes de mayo de 1973, luego de un proceso creciente de enfrentamientos contra la dictadura miliar que gobernaba desde junio de 1966, trajo consigo la irrupción en la vida política y social de los distintos sectores populares que habían experimentado un crecimiento sustancial durante las luchas; entre ellos, los estudiantes secundarios.

En el movimiento estudiantil secundario se vivieron experiencias hasta ese momentos inéditas en lo referente a participación política, en tanto ésta es atendida en un sentido partidario más o menos directo.

El diario La Opinión editó en 1973 un suplemento dedicado al análisis de los fenómenos políticos entre los adolescentes. En dicho suplemento se publicaron los resultados de una encuesta que realizó el periódico entre 252 estudiantes. Se comprobó que el 30,3% de los jóvenes encuestados tenía algún tipo de participación política.

La política había impregnado el conjunto de la vida estudiantil, dentro y fuera de los colegios. Las organizaciones políticas vieron incrementado notoriamente el número de sus militantes y el grado de su influencia. Según el suplemento citado, "las tres fuerzas más importantes son, en este orden, la Unión de Estudiantes Secundarios, (UES), la Federación Juvenil Comunista (FJC) y la Juventud Secundaria Peronista (JSP)"

La encuesta de La Opinión revelaba también que en 1973 los estudiantes secundarios se inclinaban ante figuras emblemáticas de la izquierda, con la salvedad de Perón, quién asumía, para una porción amplia de los estudiantes, contornos casi revolucionarios. Pese a todo, quien encabeza la encuesta era el Che Guevara con el 67%, a continuación venía J. D. Perón con 66% y a mayor distancia, Salvador Allende con 19%; Fidel Castro con 19%; Eva Perón 17 % y Mao-Tsé-Tung con 16%.

En esta encuesta queda por demás claro que para aquélla generación de estudiantes los referentes revolucionarios y socialistas eran los que ocupaban más espacio en la conciencia estudiantil.

En aquellos años se había alcanzado un nivel de conciencia, acción y participación bastante elevados con lo cual el nivel de cuestionamiento al sistema capitalista era de por demás peligroso para la burguesía y los sectores reaccionarios de nuestro país.

EL GOLPE DE 1976

En la historia de nuestro país, como en el resto de América latina, los golpes de Estado siempre estuvieron al servicio de la clase dominante y del imperialismo. Pero el golpe de Estado de 1976 se podría caracterizar no tan solo como el más sangriento vivido en la historia de nuestro país, sino también como el más pro-imperialista, ya que el estado político-económico que dejó la dictadura le sirvió al imperialismo para garantizar su hegemonía en la región durante décadas.

LOS OBJETIVOS DEL PROCESO

Uno de los objetivos más tenazmente buscado por la dictadura militar que gobernó entre 1976 y 1983 fue neutralizar a buena parte de la juventud y ganar a una porción para su propio proyecto reaccionario.

Para los que no encajaban en sus esquemas se aplicaban distintos métodos "preventivos", desde el asesinato y la desaparición, hasta la más refinadas formas de marginación social y psicológica, pasando, claro esta, por la clásica y tradicional prisión.

Cuando asumieron en 1976 los militares consideraban que en la Argentina había una generación perdida: la juventud. Esta, por la sofisticada acción de "ideólogos" se había vuelto rebelde y contestataria.

Si bien el gobierno militar toma en cuenta la situación en la que se encontraba la juventud argentina, no fue tan obstinado como para suponer que se debía atacar a toda la juventud por igual. La política hacia los jóvenes parte de considerar que los que habían pasado por la experiencia del Cordobazo y demás luchas previas a 1973, los que habían vivido con algún grado de participación el proceso de los años 73, 74 y 75, los estudiantes universitarios y los jóvenes obreros, eran en su mayoría irrecuperables y en consecuencia había que combatirlos. Para ello utilizaron un pretexto tan obvio como falaz: se trataba de subversivos reales o potenciales que ponían en riesgo al conjunto del cuerpo social. El ser joven pasa a ser un peligro.

Al mismo tiempo, y pensando en el largo plazo, se empieza a desarrollar una estrategia que va más allá de la eliminación del "enemigo". Se empieza a poner la mira sobre el relevo. Ahí están los estudiantes secundarios. Al momento del golpe tienen entre 13 y 18 años más de un millón de jóvenes.

EL TERROR EN LAS AULAS

Uno de los aspectos más dramáticos de la represión vivida en aquellos años fue el secuestro de adolescentes. Llegaron a 250 los desaparecidos que tenían entre 13 y 18 años, claro que no todos estudiaban. Muchos se habían visto obligados a abandonar la escuela para incorporarse al mundo del trabajo.

Pero de los procedimientos utilizados surge claramente que no se trataba de hechos aislados, sino de una investigación pormenorizada en distintas escuelas. En una entrevista concedida a un grupo de padres, un coronel de Campo de Mayo les expresó que se llevaban a los jóvenes que habían estudiado "en colegios subversivos para cambiarles las ideas".

El 16 de septiembre de 1976, 10 estudiantes secundarios de la Escuela Normal Nº 3 de la Plata son secuestrados tras participar en una campaña por el boleto estudiantil. Todos tenían entre 14 y 17 años. El operativo fue realizado por el Batallón 601 del servicio de Inteligencia del ejercito y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps, que califico al suceso como "accionar subversivo en las Escuelas". Este hecho es recordado como "La noche de los lápices".

Solo tres de ellos aparecieron un tiempo después. Pablo Díaz, uno de los liberados, declaró en el juicio a las ex juntas: "Yo pertenecía a la Coordinadora de Estudiantes Secundarios de la Plata y con los chicos del colegio fuimos a presentar una nota al Ministerio de Obras Públicas".

Levantaron chicos en algunos colegios que tenían "marcados" y enemigo era todo aquel estudiante que se preocupara por los problemas sociales, por fomentar entre los estudiantes la participación y la defensa de los derechos de los mismos.

HOY LOS LAPICES SIGUEN ESCRIBIENDO

Hoy los estudiantes secundarios están de a poco recuperando aquella tradición de lucha y defensa por los derechos a una educación al servicio del pueblo y con mayor presupuesto.

Hoy los secundarios, sector dinámico de nuestra sociedad, tienen un doble desafío, que es la de reconstruir la memoria de lucha de nuestro pueblo y la de reorganizarse para enfrentar eL calamitoso estado de nuestra educación, ya que ellos son los más perjudicados.

Bibliografia consultada: Estudiantes secundarios: Sociedad y política, Berguier, Hechker y Schifrin.
Comunicadores Solidarios - Agencia Latina de Información Alternativa, 16/09/2005
Datos: www.alia.com.ar, Córdoba, 15 de Septiembre de 2005


www.elortiba.org

lunes, septiembre 13, 2010

Invitación

Por Silvio Rodríguez

Creo que la Revolución Cubana dignificó a nuestro país y a los cubanos. Y que el Gobierno Revolucionario ha sido el mejor gobierno de nuestra Historia.

Sí: antes de la Revolución La Habana estaba mucho más pintada, los baches eran raros y uno caminaba calles y calles de tiendas llenas e iluminadas. Pero, ¿quiénes compraban en aquellas tiendas? ¿Quiénes podían caminar con verdadera libertad por aquellas calles? Por supuesto, los que "tenían con qué" en sus bolsillos. Los demás, a ver vidrieras y a soñar, como mi madre, como nuestra familia, como la mayoría de las familias cubanas. Por aquellas avenidas fabulosas sólo se paseaban los “ciudadanos respetables”, bien considerados en primer lugar por su aspecto. Los harapientos, los mendigos, casi todos negros, tenían que hacer rodeos, porque cuando un policía los veía en alguna calle “decente”, a palos los sacaban de allí.

Esto lo vi con mis propios ojos de niño de 7 u 8 años y lo estuve viendo hasta que cumplí 12, cuando triunfó la Revolución.

En la esquina de mi casa había dos bares, en uno de ellos, a veces, en vez de cenar, nos tomábamos un batido. En varias ocasiones pasaron marines, cayéndose de borrachos, buscando prostitutas y metiéndose con las mujeres del barrio. A un joven vecino nuestro, que salió a defender a su hermana, lo tiraron al suelo, y cuando llegó la policía ¿con quién creen que cargaron? ¿Con los abusadores? Pues no. A patadas por los fondillos se llevaron a aquel joven universitario que, lógicamente, después se destacaba en las tánganas estudiantiles.

Ahí están las fotos de un marine meando, sentado en la cabeza de la estatua de Martí, en el Parque Central de nuestra Capital.

Eso era Cuba, antes del 59. Al menos así eran las calles de la Centrohabana que yo viví a diario, las del barrio de San Leopoldo, colindante con Dragones y Cayo Hueso. Ahora están destruidas, me desgarra pasar por allí porque es como ver las ruinas de mi propia infancia. Lo canto en “Trovador antiguo”. ¿Cómo pudimos llegar a semejante deterioro? Por muchas razones. Mucha culpa nuestra por no haber visto los árboles, embelesados con el bosque, pero culpa también de los que quieren que regresen los marines a vejar la cabeza de Martí.

Estoy de acuerdo en revertir los errores, en desterrar el autoritarismo y en construir una democracia socialista sólida, eficiente, con un funcionamiento siempre perfectible, que se garantice a sí misma. Me niego a renunciar a los derechos fundamentales que la Revolución conquistó para el pueblo. Antes que nada, dignidad y soberanía, y asimismo salud, educación, cultura y una vejez honorable para todos. Quisiera no tener que enterarme de lo que pasa en mi país por la prensa de afuera, cuyos enfoques aportan no poca confusión. Quisiera que mejoraran muchas cosas que he dicho y otras que no.

Pero, por encima de todo, no quiero que regrese aquella ignominia, aquella miseria, aquella falsedad de partidos políticos que cuando tomaban el poder le entregaban el país al mejor postor. Todo aquello sucedía al tibio amparo de la Declaración de los Derechos Humanos y de la Constitución de 1940. La experiencia pre-revolucionaria cubana y la de muchos otros países demuestra lo que importan los derechos humanos en las democracias representativas.

Muchos de los que hoy atacan la Revolución, fueron educados por ella. Profesionales emigrados, que comparan forzadamente las condiciones ideales de “la culta Europa”, con la hostigada Cuba. Otros, más viejos, quizá algúna vez llegaron a "ser algo" gracias a la Revolución y hoy se pavonean como ideólogos pro capitalistas, estudiosos de Leyes e Historia, disfrazados de humildes obreros. Personalmente, no soporto a los "cambiacasacas" fervorosos; esos arrepentidos, con sus cursitos de marxismo y todo, que eran más papistas que el Papa y ahora son su propio reverso. No les deseo mal, a nadie se lo deseo, pero tanta inconsistencia me revuelve.

La Revolución, como Prometeo (le debo una canción con ese nombre), iluminó a los olvidados. Porque en vez de decirle al pueblo: cree, le dijo: lee. Por eso, como al héroe mitológico, quieren hacerle pagar su osadía, atándola a una remota cumbre donde un buitre (o un águila imperial) le devore eternamente las entrañas. Yo no niego los errores y los voluntarismos, pero no sé olvidar la vocación de pueblo de la Revolución, frente a agresiones que han usado todas las armas para herir y matar, así como los más poderosos y sofisticados medios de difusión (y distorsión) de ideas.

Jamás he dicho que el bloqueo tiene toda la culpa de nuestras desgracias. Pero la existencia del bloqueo no nos ha dado nunca la oportunidad de medirnos a nosotros mismos.

A mí me gustaría morir con las responsabilidades de nuestras desdichas bien claritas.

Por eso invito a todos los que aman a Cuba y desean la dignidad de los cubanos, a gritar conmigo ahora, mañana, en todas partes: ¡Abajo el bloqueo!

jueves, septiembre 09, 2010

Represor no juzga represor

Por Angela Urondo

Mi nombre es Angela.

Soy hija de Alicia Raboy y de Francisco Urondo. Perdí a mis padres el 17 de junio de 1976, en Mendoza, luego de que la policía tiroteara el auto en el que viajábamos. Papá fue asesinado y mamá fue secuestrada, llevada a la D2 y desde entonces continúa desaparecida.

[Foto: Luis Miret jura en 1976 rodeado por la plana mayor del gobierno golpista en Mendoza]

El 11 de febrero de este año, debía comenzar el juicio oral por crímenes de lesa humanidad cometidos por el personal de la D2 de Mendoza, en perjuicio de 24 víctimas, incluidos mis padres. El juicio debía llevarse a cabo en el tribunal oral federal Nº1 de la provincia de Mendoza, presidido por el juez Juan Antonio González Macías e integrado por los camaristas Héctor Cortés y Alejandro Piña, pero pocos días antes de su comienzo, la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal resolvió apartar al juez González Macías. Ahora la Corte Suprema declaró nula la resolución y se abre una esperanza de que puedan comenzar los juicios finalmente en Mendoza.

Los camaristas federales Julio Demetrio Petra junto a Pereyra González (hoy renunciado a partir de una compulsa penal en San Luis para que se investigue su participación en crímenes contra la humanidad) dejaron en libertad a todos los represores imputados, otorgándoles el beneficio de prisión domiciliaria (con la amenaza que esto significa para los sobrevivientes) y sus resoluciones, inclusive le permitieron a uno de ellos irse de vacaciones a Mar del Plata, sin importarles que están acusados de delitos gravísimos como la desaparición de personas, secuestros, torturas y homicidios.

Pero la complicidad de los camaristas garantistas de la impunidad va mucho más lejos. El día 20 de agosto el juez federal Walter Bento imputó a los camaristas federales Luis Miret y Otilio Romano (compañeros de Petra y Pereyra González) por ser cómplices de la violación sistemática a los derechos humanos durante la última dictadura militar. Fue en respuesta a un requerimiento presentado por el fiscal federal Omar Palermo, para que magistrados y ex funcionarios judiciales que actuaron durante los años de la dictadura sean acusados formalmente de haber formado parte del aparato represivo en Mendoza.

Luis Miret fue imputado por no promover la investigación penal de 31 hechos relacionados con desapariciones de personas, privaciones ilegítimas de la libertad, torturas, robos y homicidios, mientras se desempeñaba como juez federal de primera instancia. Está siendo investigado por el Consejo de la Magistratura, precisamente, por las denuncias vinculadas con su actuación entre 1975 y 1983. Otilio Romano está señalado como partícipe secundario de esos delitos y de haber garantizado la impunidad de los miembros de las Fuerzas Armadas. De no estar protegido por los fueros que posee por ser magistrado, Romano debería haber sido detenido inmediatamente después de ser citado a indagatoria.

Ambos siguen en funciones dentro del Poder Judicial, con el agravante de que Miret es además profesor de Etica y Filosofía en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Cuyo (fue expulsado por la Universidad pero un conjuez designado a partir de un procedimiento irregular obligó a reincorporarlo.) Romano también consiguió que un conjuez le hiciera lugar a un amparo contra el Consejo de la Magistratura, para no ser investigado, ni suspendido a pesar de estar acusado como partícipe de crímenes contra la humanidad.

Las causas contra los represores no pueden estar en manos de represores.

miércoles, septiembre 08, 2010

En memoria de los compañeros

martes, septiembre 07, 2010

7 de septiembre

jueves, septiembre 02, 2010

Carta a los padres

Buenos Aires, septiembre de 2010
ORGULLOSOS DE NUESTROS HIJOS

Somos padres de alumnos del Cortázar que hemos estado acompañando durante estas
últimas semanas la lucha que encabezan nuestros hijos. Muchos de nosotros nos
quedamos por las noches en la escuela y estuvimos con ellos codo a codo.
Queremos que sepan que hemos visto a nuestros chicos debatir, intercambiar ideas,
ponerse de acuerdo, votar, inventar y participar en talleres, barrer, cocinar, compartir,salir a defender sus derechos.

Los hemos visto hablarles a los funcionarios conelocuencia y con justicia. Los hemos visto resolver problemas, hacerse cargo dealgunos errores, cuidar a sus compañeros, valorar a los docentes que los acompañaron, organizarse y seguir avanzando a pesar del cansancio y de las trampas que les fueron tendidas. Por todo eso nos sentimos orgullosos de nuestros hijos y, por todo eso queremos reforzar nuestra participación.

Necesitamos que todos sepan qué está pasando.

Que todos seamos conscientes de que los chicos (y nosotros junto a
ellos), se están enfrentando con una gestión que sabe perfectamente hacia dónde lleva
a la Educación Pública: su deterioro y destrucción. Son funcionarios que “hacen
política” y que no tiemblan cuando mienten. Esta gestión no sub-ejecuta el
presupuesto porque si, no abandona o deja caer las licitaciones por error, o persigue y promueve listas negras por deporte.

Los funcionarios de esta gestión quieren una Escuela Pública pobre, desjerarquizada, de bajo nivel, inofensiva, dócil, disciplinada. Y nuestros chicos se defienden.

Nos necesitan. Por eso los convocamos a que se sumen,
les pedimos que integremos todos juntos un grupo de padres más numeroso y más
activo. La realidad es que sin la toma no se hubieran conseguido documentos
firmados, ni funcionarios de ronda por los colegios, ni cambios de vidrios y colocación de estufas, ni siquiera papeluchos con promesas de licitaciones.

A todo esto hay que sumarle que el mantenimiento edilicio del Cortázar lo hace la
cooperadora con fondos propios (cuotas) porque el gobierno no depositó este año los
subsidios (y además la recaudación de la cooperadora bajó un 40%)

Para estar en contacto creamos una lista de correos donde circulan ideas y debates.
Todos los días surgen propuestas que van y vienen y nos enriquecen. Manden su mail
a: padresdelcortazar@gmail.com para ser agregados al grupo
También creamos un blog donde se puede seguir el hilo de lo que acontece día a día:

http://padresdelcortazar.blogspot.com/

Estamos imaginando algunas estrategias no tradicionales para comunicarnos con la
comunidad.

Estamos organizando una reunión sin fecha ni lugar definido todavía como para
conocernos mejor y poder avanzar todos juntos.

Esperamos contar con su participación

Padres de la EMEM Julio Cortázar