jueves, mayo 29, 2014

“La Patria es el otro” (Y tiene la culpa de todo)

La frasecita encomillada es el caballito de batalla del gurkakirchnerismo desde hace un tiempo, y ayer descubrí finalmente porqué, luego de varios meses de devanarme los sesos tratando de desentrañar su real significado. Pues me niego a aceptar que la capacidad de pensamiento abstracto de nuestra dirigencia política haya decaído hasta el nivel de la perogrullada en tan pocas décadas. Siempre tiendo a creer que la verdad es que mis limitaciones intelectuales me impiden comprender los ocultos significados ya que la práctica parecería demostrar que, si yo no soy ni Presidente, ni Ministro, ni Diputado, ni siquiera Concejal, es obvio que todos los que ostentan dichos cargos poseen algo de lo que yo carezco, y por supuesto la respuesta inmediata es “inteligencia”.

Recuerdo que una de mis profesoras de matemáticas me explicó que para comprender el secreto de los números era necesario el pensamiento abstracto. Y por ello mi descubrimiento de ayer contribuyó en gran medida a tranquilizarme. Resulta que desde la devaluación de enero me harté de escuchar a Kiccilof (nuestro “genial” ministro de Economía) adjudicando el incremento del valor del dólar a los especuladores de siempre, que boicotean despiadamente el accionar nacional y popular de nuestro progresista gobierno. Y ayer el Presidente de nuestro Banco Central, Juan Carlos Fábrega, afirmó, ante más de 300 empresarios, que en enero el Gobierno tomó la decisión de devaluar y que "La devaluación del 21 % de enero devolvió competitividad a los exportadores".

¡Carajo -me dije- si durante cuatro meses el ministro de Economía negó por todos los medios que la devaluación fuera programada y la echó la culpa a “los especuladores de siempre”, y ahora el Presidente del banco Central afirma en público que el Gobierno nacional programó dicha devaluación para promover exportaciones, estamos en el horno con papitas noisette. Alguno de los dos ha mentido, sin alternativa posible, y eso es un moco y no de pavo sino para los pavos (que venimos a ser nosotros).

De allí intenté un pequeño ejercicio de semiótica, que me permitió comprender el sentido de la frasecita “La patria es el otro”, pero para entender el significado debí –con mucho temor, lo confieso- recurrir a la semántica: como la patria es el otro (que no soy yo) y como lo que el otro piense me importa, pero no tanto como lo que yo pienso, puedo mantener una doctrina esquizoide que hace posible que mi discurso para el otro (que no soy yo), afecte solamente mi conducta externa, en tanto que mi discurso para mí (que sí soy yo), me haga sentir súper Nacional y Popular (que es lo que necesito para sentir que cumplo con la Patria (que tampoco soy yo, sino el otro, así que puedo hacer lo que se me canta y no me jode, porque igual los pavos no se dan cuenta de nada). Un razonamiento milagroso, que a mí jamás se me hubiera ocurrido (por eso no soy ni Presidente ni Ministro, claro).

Y en el camino de los milagros, es obligatorio reconocer que nuestro progresista Gobierno ha logrado uno que superó con creces las previsiones de Marx (no Daniel, exsecretario de Economía argentino, sino Carlos, el otro), de Engels y, por qué no agregarlo, también de Lenin. Estos tres últimos, en su análisis de la lucha de clases, preconizaron siempre un corte transversal entre la burguesía y el proletariado en el siglo XIX, que posteriormente los peronistas convertimos en “oligarquía trasnacional versus campo popular”, incluyendo a la “burguesía nacional” y a la pequeña burguesía en el campo popular. Cristina y sus geniales colaboradores han logrado el milagro imposible: establecer una lucha de clases con un corte vertical. Hoy, la totalidad de la oligarquía vernácula, una gigantesca porción de nuestra arribista burguesía, y un gran porcentaje de la clase trabajadora, enfrentan al gobierno contra otro sector similar que lo apoya, algunos de forma condicional, otros por beneficio innegable y las bases pequeño burguesas con una fe ingenua pero honesta, basada en la credulidad para con los medios oficialistas, en el viejo apotegma del “roban pero hacen” y en el absoluto desconocimiento de las matemáticas económicas que les permiten aceptar esa estupidez ya escuchada de “estamos mal pero vamos bien”.

En fin, el tema que me permito señalar de forma insolente es que mientras sigamos repitiendo perogrulladas como “la Patria es el otro”, oración aparentemente inclusiva y democrática y en verdad una imbecilidad antológica, continuaremos olvidando que la patria somos todos, y que el otro no tiene la culpa –ni el mérito- de lo que nos pasa.

7 Comentarios:

A la/s 9:03 p. m., junio 07, 2014, Anonymous Anónimo dijo...

Es verdad, están lejos de la perfección. Pero alguien dijo que esta última se da de patadas con lo bueno. Solamente me permito recordar que en las próximas elecciones frente al oficialismo estarán Massa, Macri, Carrio, Binner y Altamira. Tal vez sea cierto aquello de que lo mejor que tiene este gobierno es la oposición. Un saludo y siempre te leo. Nacional (del foro El Ortiba)

 
A la/s 3:04 p. m., octubre 02, 2014, Anonymous Anónimo dijo...

Intelectualismos banales, omnipotencia burda propia del anti kirchnerismo.

 
A la/s 6:43 p. m., octubre 02, 2014, Anonymous hendrix dijo...

Me parece que la omnipotencia está en un comentario que califica la nota de "banal", sin ofrecer ni el más mínimo argumento. En fin, será la omnipotencia burda del ultrakirchnerismo ;-)

 
A la/s 10:10 a. m., septiembre 08, 2015, Anonymous Anónimo dijo...

Tarde pero dejo algo. Tu problema es decidir en ese corte vertical. No sirve quedar mirándote el ombligo, ni esperar que resucite el peronismo histórico del 45, ni las organizaciones armadas de los
70. ¿Por quien vas a votar ahora 2015?, ¿por el FPV o Cambiemos?. No hay otra, tenés que elegir.
Pedro

 
A la/s 2:27 a. m., septiembre 09, 2015, Anonymous hendrix dijo...

No tengo ningún problema con eso, estimado anónimo. Por supuesto si la opción que a vos te motiva está entre el menos malo y el peor, estás en todo tu derecho. Me da la impresión, por tu comentario, que tu idea de "participación democrática" es exclusivamente el voto. (Si eso no es así, te pido disculpas). No suelo mirarme el ombligo, y desde luego no votaría a Macri ni bajo tortura. Pero eso no significa que apoye con alegría un discurso que no me convence y que sé que es truchex. Tampoco votaría al seudo trotskismo imbécil. Lo que pasa es que, como militante peronista en serio, tengo muy claro que el mundo no se acaba (ni cambia) el 26 de octubre. Habrá que seguir peleando para salir de esta "opción" falsa de "capitalismo o nada". Cristina NO me representa ni me conduce. No tiene las medallas suficientes para eso. Saludos.

 
A la/s 2:44 p. m., octubre 26, 2015, Anonymous Anónimo dijo...

Otra vez el anónimo del mensaje de septiembre. ¿Viste?, el mundo se acaba el 22N. No es lo mismo un versero con influencia de tipos como Bein, que Macri con el regreso de los Melconian, Sturzenegger y Broda. Podemos seguir puteando al capitalismo, pero tal sistema seguirá vivito y coleando. La cuestión para un país periférico se reduce a un neofrondizi (por más maldito que sea) contra la derecha, más el retroceso cultural que la acompaña, en vez de "la patria es el otro" muchos van a repetir como en la época de Neustadt "hasta que no lo privaticen" ante el primer contratiempo.

 
A la/s 9:40 a. m., octubre 27, 2015, Anonymous Anónimo dijo...

Ahí tenés. Probablemente Macri presidente. El primero de este hilo, el 7 de junio del año pasado te cantó la posta. El maldito purismo que nada construye.

 

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